Aprovechando la estancia en Barcelona de la abogada canaria Cristina Armas, UNITS PER LA VERITAT organizó el pasado 18 de abril en el Centre Cívic Joan Oliver una mesa redonda para debatir sobre ‘La OMS y las herramientas de que disponemos los ciudadanos para combatir sus intenciones de control total’.
En la mesa se contó con Eva Manich y Víctor Morales, abogados colaboradores de UNITS, que expusieron ‘La situación del Tratado de Pandemias y las enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional y ‘Las posibles acciones legales y objeción de conciencia’, respectivamente; Cristina Armas, con el tema ‘Desobediencia penal, civil y administrativa desde el punto de vista legal’; Brigitte Burchartz presidenta de UNITS, exponiendo ‘Los miedos y el empoderamiento frente a la desobediencia civil; y por último, Francesc Colet, activista y socio de UNITS, presentando diferentes expertos y sus opiniones respecto al tema en cuestión.
Eva nos puso al día sobre el nuevo borrador redactado por la OMS, que no difiere en casi de nada del anterior, aunque se ha intentado suavizar. Destaca que cualquier emergencia lo será ahora de ámbito internacional, una sola autoridad declarará la situación de pandemia, se legaliza y liberaliza la producción de patógenos con potencial pandémico cuyo mercado controlará la OMS, las opiniones sobre salud estarán totalmente fiscalizadas y se obligará a los países a adquirir determinados productos farmacéuticos. En definitiva, la sustitución de derechos fundamentales por el principio de equidad (‘una sola salud’), y todo ello, claro está, en beneficio de la industria farmacéutica. ‘Solo no, es no’. Ejerzamos el no consentimiento.
Víctor insistió en que es fundamental nuestra lucha por sensibilizar a la sociedad, y por ende al estamento judicial, muy mediatizados por los argumentos oficiales sobre la salud. En lo que respecta a las posibles acciones legales, aboga claramente por la objeción de conciencia, empezando por los profesionales sanitarios. Otra arma es presionar por la posible inconstitucionalidad de ciertas medidas o también, interponer recursos directos sobre las normas, o indirectos cuando éstas nos afecten personalmente.
Cristina recomendó no olvidar lo que sucedió en 2020 y apuntó a que no hubo delito penal de desobediencia durante el estado de alarma porque no se cumplieron los requisitos previstos para ello (requerimiento previo, falta de amparo legal…) y por el principio de legalidad previsto en el art. 25 de nuestra Constitución. En cuanto a la desobediencia administrativa (en aplicación de la ley mordaza) cualquier acción sancionadora quedó a la arbitrariedad del policía de turno, para acabar con la inconstitucionalidad del estado de alarma y la anulación de las sanciones y condenas a los ciudadanos. Añadió también que la desobediencia civil es una herramienta que persigue la defensa del orden constitucional cuando la protección por parte del Estado es insuficiente y aunque no está específicamente reconocida tampoco está penalizada. Tiene que ser pacífica, colectiva y se basa en motivos éticos o morales.
Brigitte nos habla de los miedos y el empoderamiento frente a la desobediencia civil: miedos relacionados con la supervivencia, con la pérdida del afecto, con la pérdida de autonomía personal y con la pérdida de la imagen pública. Si comprendemos individualmente su funcionamiento, podremos empoderarnos, superarlos y no enfermarnos por ellos.
Francesc, en diferentes intervenciones, dio voz a expertos desprestigiados por posicionarse contundentemente en contra de la OMS, empezando por el abogado suizo Philipp Kruse: “La OMS será la única institución en el planeta que podrá definir qué es la verdad y qué no lo es en materia de Salud, incluyendo la censura”.
La última hora se dedicó a debatir sobre todos los temas tratados
¡Disfrutemos del vídeo de esta mesa redonda organizada también con el apoyo del grupo de SiS Les Corts-Sants! 👇
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