Eva Manich, abogada de UNITS PER LA VERITAT, expuso en el II Congreso Médico Científico Jurídico Internacional de Médicos por la Verdad, celebrado recientemente en Pontevedra, una interesante reflexión sobre el Nuevo Tratado de Pandemias de la OMS.
Y lo hizo siguiendo el hilo de la exposición del abogado Philip Kruse del pasado 13 de septiembre ante una Comisión del Parlamento Europeo sobre los grandes riesgos que corremos ante las nuevas regulaciones sanitarias de la OMS, y también de algunas aportaciones de Cristina Armas en una reciente conferencia en Euskadi. Las nuevas regulaciones hacen referencia al Reglamento Sanitario Internacional de 2005, ya aprobado en España y publicado en 2008 (BOE 62, 12/03/2008), pero ahora en fase de modificación a través de 300 enmiendas; y al Nuevo Tratado Pandémico (art.19/20 Constitución de la OMS) en fase de borrador, que se prevé que entre en vigor en noviembre de 2025, ahora mismo aprobado por 2/3 de los países y pendiente de ratificación de los estados miembros, y que será vinculante para todos los países firmantes.
Eva pone de relieve que el Tratado, al ser ratificado por un país, a diferencia de lo que supone un Reglamento, será de obligado cumplimiento y no se podrá rebatir. Se está elaborando por un comité de expertos con total opacidad en las negociaciones (se prohíbe publicar nada sobre ello), y donde ni siquiera sabemos si hay algún representante español. 11 países ya han presentado sus quejas al respecto, entre ellos, Japón.
En cuanto a las enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional vemos, entre otras cosas, que cualquier amenaza (gripe de un nuevo subtipo, viruela, SARS, neumonías graves…) será considerada ahora suficiente para declarar el estado de emergencia, es decir, una sola persona puede declarar la emergencia y esta puede ser potencial o real. Cualquier tratamiento ha de tener evidencia científica, con lo cual muchos remedios fitoterapéuticos serán prohibidos. Es lo que han venido en llamar ‘Una sola salud’, un concepto totalitario, que incluye la terapia génica, la educación sexual (que incluye la identidad de género) y la educación reproductiva para el control poblacional. Las recomendaciones de la OMS serán jurídicamente vinculantes y podrán imponer sanciones. Se controlará convenientemente a la opinión pública a través de la censura informativa y la manipulación y se deberán informar a la OMS los casos de disidencia. Podrán suspender Constituciones que no permitan cesión de la soberanía, Derechos Humanos y Derecho Internacional con efecto permanente, sin posibilidad de recurrir, ya que disfrutan de total inmunidad. Es decir, no habrá vuelta atrás.
Os animo a escuchar la intervención de nuestra abogada en su totalidad ya que en la última media hora desgrana uno a uno los efectos del Nuevo Tratado Pandémico. Solo así podremos entender el alcance de lo que la OMS pretende aprobar. El conocimiento es lo único que nos puede llevar a luchar por la verdad.
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